Embalaje genérico, para tiendas de golosinas y kioskos.
La complejidad de este trabajo era, el diseño mismo del troquel del embalaje, pues existía la instrucción, de que debía ser de una pieza, y no debía necesitar uso de pegamentos o grapas.
Además el tamaño se adaptó, para que fuera posible, imprimir dos cajas por pliego, y así sacar mayor rendimiento en imprenta, abaratando los costes finales.